La cueva de Arpea: un lugar mágico
Qué tiene la cueva de Arpea. Llevo un rato pensando cómo voy a escribir este post para transmitiros la belleza de un lugar que a nosotros nos enamoró. La cueva de Arpea es un sitio especial, y desde ya sé que ni lo que os cuente ni las fotos van a lograr mi objetivo.
Porque me ha pasado a mí. Tenía la cueva fichada por haberla visto en redes sociales. Sí, las fotos son bonitas, pensaba. Vale, el texto me dice que es un lugar precioso. Pues apuntado a mi lista de lugares a conocer. Pero al llegar ahí….
Quizás es que veníamos con una energía especial después de haber pasado una noche en los iglús de Irati Barnean. Quizás es que nos hizo un día fantástico. Quizás es que no había gente y tuvimos en exclusiva el paraje para nosotros. O quizás fue la suma de todo. Pero la cueva de Arpea nos dejó con la boca abierta.
Empiezo.
Cueva de Arpea, los datos prácticos
¿Dónde está? La cueva de Arpea se encuentra en el Valle de Aézkoa, aunque realmente es ya territorio francés. Desde Pamplona se tarda en coche hora y media.
¿Cuánto dura la excursión? Hay varias maneras de llegar a la cueva de Arpea. Nosotros elegimos la más fácil. Y desde donde dejamos el coche hasta la cueva son 15 minutos andando. Como nos supo a poco, nos “inventamos” una ruta desde la zona y caminamos una hora más. En el siguiente apartado os cuento más.
¿Edad recomendada? Aunque la cueva está cerca, el camino es “peligroso”. Vas por una senda muy estrecha con una caída a mano izquierda con bastante pendiente. Si vais a ir con niños pequeños, de la mano siempre!
Nuestra excursión
Datos importantes para llegar:
Os tengo que decir que no nos pareció que estuviera muy indicada la cueva y cómo llegar. No teníamos cobertura y no habíamos estudiado la ruta previamente así que en Orbaizeta tuvimos ya la primera duda, ¿pero por dónde sigue la carretera?, y paramos a hacer la primera pregunta.
La carretera te lleva al centro de Orbaizeta y ahí parece acabar pero una amable señora nos indicó que continuáramos por una carretera rural que verás a la izquierda de la iglesia una vez atravesada la plaza.
A pocos minutos el paisaje empezará a cambiar. Toca abrir bien los ojos para apreciar la belleza del lugar. Es un lugar lleno de historia porque hay una gran cantidad de dólmenes y crómlech. Paramos el coche para ver uno de ellos pero un caballo vino a saludarnos y mis hijos cambiaron piedras por animal.
Sigues y sigues por la carreterita y a unos 5-10 minutos ésta desembocará en otra. No hay indicación a la cueva así que recuerda: a la derecha!!!!
Dónde dejar el coche
La carretera es estrecha, muy estrecha, y cruzaréis los dedos como yo para no cruzaros con ningún coche por el camino. Nosotros tuvimos suerte.
La carretera se acaba y veréis una explanada de piedrilla para dejar el coche. Hora de bajar y contemplar el paisaje. Como diría mi padre: respirar bien profundo para llenaros los pulmones de aire limpio.
Empieza la excursión
Desde donde dejamos el coche se divida ya la cueva. Como os he dicho, está a 15 minutos andando, así que en marcha!
Pasaremos el típico artilugio/puerta y empieza la camino.
La senda es estrecha y con fuerte caída a mano izquierda, apenas caben dos personas, y si tenéis niñ@s pequeños, yo os aconsejo que vayan de la mano. La foto os da una idea de lo que os digo.
Llegamos a la cueva. Os diré que la cueva es lo de menos de la excursión. Es original la formación porque es el hueco formado por un un plegamiento, una curiosidad geológica. Pero es un hueco pequeño, no es una cueva explorable. Dicen que sirve de refugio para el ganado y he leído que en verano vive un pastor cerca y las ovejas pastan alrededor. Pues habrá que volver en verano!
¿Y entonces ya?
La excursión nos supo a poco. Demasiado bello el lugar como para no investigar. ¿Y qué es lo que más nos gusta a nosotros? Los ríos. Así que el riachuelo fue nuestra senda.
Disfrutamos de una hora de camino saltando de piedra en piedra, buscando la mejor opción para seguir avanzando. Un gran trabajo de coordinación, saltos, equilibrio.
Comimos en una piedra escuchando al agua correr.
Y hasta aquí puedo leer….
No dejéis de visitar este lugar. Os va a encantar.
Palabrita de Pompaeli.
Dónde dormir, dónde comer y qué más hacer por la zona
Empiezo por lo sencillo. Dónde comer: como he contado antes, nuestro “restaurante” fue la piedra más plana que encontramos en la excursión. Un restaurante precioso aunque con un menú moderado: un sencillo bocadillo que aun así nos supo a gloria.
¿Y dormir? Nosotros dormimos en los preciosos iglús de Irati Barnean. Un alojamiento espectacular en medio de la naturaleza perfecto para llenar las pilas de energía positiva. Os lo conté todo en este post.
¿Qué más hacer por la zona? Después de la cueva, paramos para conocer el puente colgante de Aribe. Me parecía espectacular en las fotos. Os seré sincera. La excursión hasta ahí (unos 20 minutos caminando por la vera del río) es bastante normalita. Y el puente colgante es muy fotogénico.
(Fotogénico: dícese de los objetos o personas que salen en las fotos mejor de lo que realmente son).
A posteriori investigué un poquito sobre el valle de Aézkoa y he visto que tiene lugares preciosos para visitar. Os dejo la web aquí por si queréis hacer una visita a la zona.
Feliz visita a la Cueva de Arpea